miércoles, 25 de diciembre de 2019

Correa y Chávez siguen con sus imbecilidades

Ricardo Sánchez-Serra*
El sólo mencionar que "el único problema que tenemos en Sudamérica es Uribe", última perorata del presidente venezolano Hugo Chávez, en adelante Simón Gorila, dicho que fue secundado por el fútil mandatario ecuatoriano Rafael Correa, en adelante "cínico llorón", revela un razonamiento pueril que no resiste mayor análisis.

Correa y Chávez se encuentran acorralados, ya que su propaganda nazi de "miente, miente que algo queda" no ha dado los frutos esperados para convencer a la comunidad internacional que Colombia es el problema. Es que la gran mayoría de jefes de Estado, que son personas inteligentes, no se les puede falsear la realidad muy fácilmente.

Interpol
El categórico informe de la Policía Internacional (Interpol) los deja mal parados: ninguno de los archivos de las computadoras del cabecilla terrorista "Raúl Reyes" fueron interferidos, alterados o borrados, y en ellos hay pruebas terminantes de las relaciones íntimas entre las terroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con los mandatarios Chávez y Correa, y altos funcionarios de sus respectivos gobiernos.

No se puede negar, por tanto entre tantas evidencias, la financiación de las FARC en la campaña presidencial de Correa, la relación personal de su ministro de Seguridad Gustavo Larrea "en adelante Juan" (acuérdense, asimismo, sus palabras a la terrorista herida de las FARC "no temas, estás en territorio amigo") y que Ecuador albergó un campamento terrorista permanente en su territorio. De otro lado, tampoco pueden negar el apoyo de las FARC a Chávez y el apoyo de éste con más de 300 millones de dólares, para recordar lo más notorio.

El informe objetivo e inmaculado de Interpol, un organismo independiente y prestigioso compuesto por la policía de 186 países y con sede en Lyon, Francia, y que contiene 39 páginas, señala que había 37 mil 872 documentos de texto, 452 hojas de cálculo, 210 mil 888 imágenes, 10 mil 537 archivos multimedia, que pesaban 610 gigabytes de información.

Además, en la evaluación de los archivos, Interpol mencionó que participaron 64 funcionarios de la entidad, provenientes de 15 países, que incluían expertos en informática forense que no hablaban español (de Australia y Singapur) y que garantizaban la imparcialidad.

Ecuador y Venezuela apoyan al terrorismo
Era lógico que tanto Chávez como el gobierno de Correa calificaran de "show de payasos" el informe de Interpol, porque este demuestra su apoyo al terrorismo y Estados Unidos debe, acorde a sus cánones, incluirlos en el "eje del mal" –al igual que Nicaragua que dio asilo a tres terroristas de las FARC– y bloquearlos política y económicamente, porque si no lo hace sería un mal precedente en la lucha contra el terrorismo en el orbe.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, mitomanía es la tendencia morbosa a desfigurar la realidad de lo que se dice. Por eso, ya nadie le cree a los mitómanos Chávez y Correa. Hoy se encuentran desesperados porque como nadie les cree –salvo sus adláteres ideológicos– desvían la atención mundial criticando al gobierno colombiano y presentándolo como una nación guerrerista, cuando en verdad Ecuador y Venezuela son los que se están armando y buscan un escenario bélico.

Numerosos gobiernos dan credibilidad al informe de Interpol: el "canciller" de la Unión Europea, el español Javier Solana señaló que no hay que echar en saco roto el informe de la Interpol. Solana fue secretario general de la OTAN, es miembro del Partido Socialista Obrero Español y un entendido en relaciones exteriores.

Señala que frente a este informe "no hay que reaccionar con demencia ni con premura, sino con mesura. Interpol no es una agencia cualquiera. Es una agencia internacional, que ha funcionado bien. Es un estandarte. Una de las partes más importantes del sistema internacional judicial funciona bien porque existe Interpol. Y yo creo que es importante que se diga en documento oficial que no ha habido manipulación y que se reconoce el trato profesional que han hecho las fuerzas responsables en Colombia."

El gobierno colombiano es creíble
El presidente colombiano, Alvaro Uribe –que mantiene después de seis años de gobierno una aprobación a su gestión del 80%–, bien pudo utilizar la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno para afianzar su posición internacional; pero, como es un prudente y verdadero estadista evitó politizar el evento y enfrentarse con los procaces y farsantes Chávez y su lacayo Correa.

Lo único que pidió Uribe, antes de venir a Lima es que ningún país albergue terroristas. El gobierno colombiano camina únicamente con la verdad, esa es su fortaleza y por eso es reconocido y defendido internacionalmente. Recordemos las palabras rotundas del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que apoyó a Uribe en su lucha contra el terrorismo y señaló a las FARC como responsable de la crisis diplomática entre Colombia, Venezuela y Ecuador.

"Ni uno de los países democráticos del área latinoamericana que se han sentido afectados, que están en el debate, deberíamos dejarnos llevar por ningún análisis equivocado; las responsables de lo que sucede, de la tragedia, de la indignidad, del secuestro, de las muertes son las FARC", afirmó Rodríguez Zapatero.

Gira fracasada
En cambio, el irresponsable Correa no contento con su fracasada gira europea previa a la cumbre pretendió acusar al gobierno de Uribe de deteriorar las relaciones en la región "por esa actitud de seguir calumniando". Es más, acusó nada menos que a la Unión Europea de tener doble moral al no apoyarlo en la crisis diplomática con Colombia, que lo acusa de nexos con los terroristas de las FARC. Correa, seguidor de Voltaire ("calumniad, calumniad, siempre quedará algo") se quedó con los crespos hechos.

El propio presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, le enrostró a Correa de su ayuda a los terroristas de las FARC. La influyente y poderosa canciller alemana, Angela Merkel, le dijo "que creía que era importante que los diferentes países vecinos participaran todos en este esfuerzo de la lucha contra el terrorismo, contra los grupos armados". En Madrid, Rodríguez Zapatero también aclaró al irresponsable muchachón, que de estadista no tiene un pelo, pero sí de luchador callejero.

El mandatario ecuatoriano ataca a Colombia también para consolidar su gobierno y alentar el nacionalismo. En la última encuesta de Cedatos-Gallup Internacional bajó la aprobación y la credibilidad de Correa, que ahora va en caída libre. Sólo subió su desempeño luego del "abatimiento del ejército de Colombia a las FARC acampadas en territorio ecuatoriano el 1 de marzo y la airada defensa de la soberanía nacional hecha por el presidente".

La imbecilidad de Correa
El alicaído muchachón, ya en forma desesperada para que le crean, gritó a los cuatro vientos y ofreció su renuncia si le llegan a demostrar que tiene nexos con las FARC. Con esta postura pretende engañar una vez más a la comunidad internacional, como si ésta no supiera que en su país no hay quien lo investigue con imparcialidad y objetividad: tiene la Asamblea Constitucional, la Corte Electoral, el Poder Judicial y la Fiscalía General en su dominio. Con todo ello, la oposición ecuatoriana ¿qué puede hacer?

En forma irresponsable, como es su costumbre, Correa, nuevamente para que le crean y no ser condenado por la comunidad internacional por sus nexos con el terrorismo de las FARC, ha dicho que tiene información de que las computadoras de "Raúl Reyes" no estaban "en el campamento, sino que habían caído en poder de la Inteligencia colombiana mucho antes", sin dar más detalles. ¿Hasta cuándo seguirá mintiendo? ¿Tendrá un auditorio que le crea?
En el colmo de su perversidad e impotencia, odio y desesperación, ordenó a su ministro de Agricultura no vender arroz ecuatoriano a Colombia. No importa, el Perú puede venderle a Bogotá sus excedentes.

¿Y Chávez?
A diferencia del gobierno ecuatoriano que va al absolutismo del "socialismo del siglo XXI" en la pobreza, demás está decir que el poderío de Chávez se debe al petróleo y que a pesar de que por ellos muchos países le hacen reverencia, tampoco le creen o se hacen los "suecos".


Como Chávez ha perdido el referéndum para enquistarse en el poder, busca ahora una guerra con Colombia para perpetuarse en el gobierno. Para encubrir su apoyo al terrorismo de las FARC, desenmascarado más aún con el informe de Interpol, ahora inventa que las Fuerzas Armadas colombianas ingresaron a su territorio.

¿Qué oculta ahora? El descubrimiento, por parte de las autoridades colombianas, de un lote de fusiles y ametralladoras, en una población fronteriza, varios de los cuales tenían grabados el escudo de las Fuerzas Armadas de Venezuela, que era dirigido al narcotraficante colombiano "Don Mario".


Días antes, Chávez había deslizado que recuperaría militarmente la colombianísima Guajira, si Bogotá aceptaba instalar una base norteamericana –que lucha contra el narcotráfico- en esa región. ¿Quién es el guerrerista?

Chile y Venezuela son los países que más han comprado armas en la región –Ecuador no se queda atrás-, sin razón pacífica alguna. Chávez, que es amigo del paria Irán y de Rusia, le ha comprado a este en el último año y medio 3.000 millones de dólares en armas y que incluye aviones, helicópteros de combate y un submarino. En el año 2004 compró 100.000 fusiles de asalto Kalashnikov AK103 y helicópteros y ha dicho que hay que preparar la guerra, como mejor forma de alcanzar la paz. Recientemente el Miami Herald denunció que Cuba y las FARC entrenan a militares y civiles venezolanos.


El ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, señaló en el Consejo de las Américas que hay países, debido a su aversión con Estados Unidos, que tratan de destruir el sistema interamericano y afectan la estabilidad democrática de la región.

¿Y cuál es la respuesta de Estados Unidos? Indiferencia, congelar en el Congreso un acuerdo comercial con su aliado Colombia. No apoyar en forma conveniente la lucha contra el narcotráfico en el Perú.

Muchos creen que Venezuela tiene maniatado a Estados Unidos por el petróleo y eso no es cierto, Caracas es sólo su quinto proveedor en el mundo de ese combustible. Por eso es que desespera la inercia norteamericana. Entonces la pregunta de rigor: ¿Es Estados Unidos un aliado confiable?

*Periodista. Dirigente de la Asociación de Prensa Extranjera.

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