lunes, 30 de diciembre de 2019

Noche de los cuchillos largos

Por: Arturo Moscoso Moreno
19/Enero/2014

Luego del rápido y vertiginoso ascenso que tuvo el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP), al mando de Hitler entre 1919 y 1923, este se convenció que su destino era dirigir Alemania y protagonizó un fallido golpe de estado - el Putsch de Munich - apoyado por sus fuerzas de choque paramilitares, las SA, al mando del brutal Ernst Röhm. Por ello fue condenado a prisión mientras su partido fue disuelto y prohibido.

El fracaso del golpe ocasionó que cambie de estrategia y más bien optó por refundar en 1925 el NSDAP como un partido de masas dominado por un caudillo que intentaría subvertir la constitución y la democracia desde dentro.

El principal soporte para el fortalecimiento del partido fue Gregor Strasser, su presidente desde 1923 hasta 1925. Con su cautivadora oratoria nacionalista, que apelaba a los desempleados, los jóvenes y a la clase media, especialmente afectados por las duras condiciones impuestas por el Tratado de Versalles y la crisis económica mundial, en las elecciones de 1932 Hitler logró que el NSDAP obtuviera el 33% de los votos, que sin embargo no fue suficiente para formar gobierno por lo cual tuvo que aliarse con los conservadores bajo el liderazgo de Franz von Papen.

Así, en 1933 Hitler fue nombrado Canciller.

Durante los siguientes meses Hitler logró hacerse con la mayoría de poderes; sin embargo, no contaba con el poder absoluto. A fin de consolidarlo, el 30 de junio ordenó a las SS y a la Gestapo asesinar a más de 80 personalidades políticas, entre los estaban Röhm, Strasser, Edgar Jung – secretario de von Papen, que sería detenido - y otros varios "aliados incomodos" y enemigos políticos, consolidando su poder hegemónico en Alemania. Mal paga el diablo a sus devotos.

Mutatis mutandi y pese a todas las notorias diferencias, lamentablemente algo de esta aterradora lección no fue aprendido por ciertos políticos y ex colaboradores del actual régimen ecuatoriano, aquellos que en su tiempo se hicieron de la vista gorda e incluso apoyaron violaciones legales y constitucionales que permitieron la consolidación de una forma de gobierno autoritaria y concentradora de poder, y que ahora son objeto de persecuciones y acoso. Ya lo dijo el capitán Edwin Planck luego de la noche de los cuchillos largos: "si miras sin mover un dedo, sufrirás la misma suerte antes o después".

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