lunes, 30 de diciembre de 2019

Pedantisch

Por: Gonzalo Ortiz Crespo
25/Agosto/2013

La renuncia unilateral del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, a los $34,5 millones que comprometiera Alemania en octubre pasado para la protección de la biósfera del Parque Nacional Yasuní, es otra actitud inmadura, que no está a la altura de un estadista. Pero, además, genio y figura, Correa hace gala de desprecio para Alemania, país en el que estuvo en abril, ¡hace tan solo cuatro meses!, buscando atraer su inversión y destrabar el tratado comercial con la Unión Europea.

Cierto es que Alemania dejó en claro que la responsabilidad de lo que suceda en el Yasuní era enteramente del Ecuador. Pero recuérdese que lo hizo solo como respuesta a la pretensión de Correa de responsabilizar al mundo exterior de su decisión de explotar el petróleo del ITT y echar por la borda la iniciativa ecológica más importante del país. Una decisión total y absolutamente ecuatoriana, en uso de la tan cacareada soberanía. Entonces, ¿por qué enojarse si le dicen que así es?

Ya no se sabe qué deplorar más, si el infantilismo o la pedantería de nuestro gobernante. "Quédense con su plata", dijo, picado. Quitó "autoridad moral" a Alemania y añadió: "Ahora viene con esta insolencia, a querer darnos clases de cómo conservar el medio ambiente, a entrometerse en decisiones soberanas. ¡Eso indigna!".

La cooperación internacional no se basa en chantajes, sino en la buena voluntad de las partes. Y Alemania tiene mucho que ofrecer. A las pocas horas del exabrupto de Correa, un científico ecuatoriano que vive en ese país, me comentaba que "Alemania puede dar clases de cómo conservar el medio ambiente y ser, a la vez, ejemplo de crecimiento económico: la ciudad más verde [ecológica] del mundo es Friburgo. Munich tiene planeado ser la primera ciudad en abastecerse totalmente de energía renovable en 2025. A pocos kilómetros de Düsseldorf se construye un alternador gigante de electricidad para adoptar energía eólica del Mar del Norte y transformarla para el consumo alemán y europeo, porque las plantas nucleares se van a cerrar en 2022. El país que genera mayor electricidad solar es Alemania (y además es el que lidera la tecnología en paneles solares) [condición en la que, por si fuera poco] lidera un mega-hiper proyecto de generación solar en África para consumo de África y Europa. Por esto y más es que justamente Alemania prefiere intervenir a través de cooperación técnica eficiente -la que se quería dar a la conservación del Yasuní y al Ecuador en general".

Hoy nos quedamos sin el dinero de Alemania para conservación y sería una ingenuidad creer que no se afecte al conjunto de las relaciones con ese país. Ya por otra bravata nos quedamos sin ATPDEA y sin SGP plus. ¿Nos quedaremos también sin el tratado con la Unión Europea? ¿Se quedará el Yachay sin la cooperación de las cuatro ciudades del conocimiento alemanas, una de las cuales visitó Correa en su viaje en abril? ¿No era Alemania el socio principal en la idea clave de la bioeconomía y el cambio de la matriz productiva? Como me decía el joven científico ecuatoriano: "¡Qué desperdicio es todo esto!".



No hay comentarios:

Publicar un comentario