Pablo Ortiz García
29/10/2010
Luego de los hechos del 30 de septiembre, se inició en la Fiscalía General del Estado una indagación previa "por el presunto delito de asesinato en grado de tentativa al señor Presidente de la República del Ecuador". Según el Primer Mandatario, se buscó matarlo y dar un golpe de Estado. Él y el Secretario General de la OEA mantienen esa tesis, que pocos de los que estuvieron cerca del Presidente en el Hospital de la Policía la ha corroborado. ¡Cosas del julepe post acontecimiento!
La tentativa es calificada por el Código Penal como todo acto que de modo inequívoco conduce a la realización de un delito. La Corte Nacional de Justicia en un fallo dictado en 2003, al resolver un juicio, ahí si por tentativa de asesinato, sentenció en el sentido que al no haber testimonios ni otras pruebas de las que se infiera que los procesados (en este caso policías) hayan tenido intención de matar (en este caso al economista Correa), mal se puede tipificar como tentativa de homicidio, y mucho menos de asesinato. En otras palabras, la indagación previa del fiscal, podría llegar a su fin.
Pero esa versión de tentativa de asesinato entre los compadres Morales, Chávez y Correa, es muy trillada, pero mucha gente sufre de arterioesclerosis. Junio de 2008 la prensa boliviana informó al mundo, a través del Viceministro de Coordinación Gubernamental, que "De lo que estamos hablando es de una situación de extremo peligro del Presidente de la República, todo apunta a concluir que se trata de una tentativa de magnicidio". Obviamente que el Ministro boliviano de Gobierno de aquél entonces, habló de un plan de desestabilización del gobierno presidido por Evo Morales. Luego de las investigaciones, nada se comprobó.
En abril de 2007 la sumisa Corte Nacional de Justicia con sede en Caracas, señaló que "en Venezuela ocurrió un alzamiento hostil con amenaza a la vida del Jefe del Estado, para deponerlo de su cargo (y) al parecer se cometió un atentado contra el Presidente de la República". El coronel Chávez en esa oportunidad dijo, refiriéndose al supuesto cabecilla, que "dio la orden de matarme a unos militares golpistas, y habría sugerido que parezca un accidente, y una llamada de Washington sirvió para afinar este plan". Esta letanía del venezolano me parece que fue copiada, años después, por el ecuatoriano, víctima de su propio temperamento.
En abril de 2007, junio de 2008 y septiembre de 2010 supuestamente ocurrieron actos tendientes a acabar con los mandatarios de Venezuela, Bolivia y Ecuador. Los tres Jefes de Estado en su oportunidad hicieron el escándalo planetario. Acusaron a la inexistente oposición de tales hechos, cuando la verdad es que el miedo les invadió al ver como su popularidad bajaba, y era necesario dar golpes de efecto para revertir esa tendencia.
La tentativa es calificada por el Código Penal como todo acto que de modo inequívoco conduce a la realización de un delito. La Corte Nacional de Justicia en un fallo dictado en 2003, al resolver un juicio, ahí si por tentativa de asesinato, sentenció en el sentido que al no haber testimonios ni otras pruebas de las que se infiera que los procesados (en este caso policías) hayan tenido intención de matar (en este caso al economista Correa), mal se puede tipificar como tentativa de homicidio, y mucho menos de asesinato. En otras palabras, la indagación previa del fiscal, podría llegar a su fin.
Pero esa versión de tentativa de asesinato entre los compadres Morales, Chávez y Correa, es muy trillada, pero mucha gente sufre de arterioesclerosis. Junio de 2008 la prensa boliviana informó al mundo, a través del Viceministro de Coordinación Gubernamental, que "De lo que estamos hablando es de una situación de extremo peligro del Presidente de la República, todo apunta a concluir que se trata de una tentativa de magnicidio". Obviamente que el Ministro boliviano de Gobierno de aquél entonces, habló de un plan de desestabilización del gobierno presidido por Evo Morales. Luego de las investigaciones, nada se comprobó.
En abril de 2007 la sumisa Corte Nacional de Justicia con sede en Caracas, señaló que "en Venezuela ocurrió un alzamiento hostil con amenaza a la vida del Jefe del Estado, para deponerlo de su cargo (y) al parecer se cometió un atentado contra el Presidente de la República". El coronel Chávez en esa oportunidad dijo, refiriéndose al supuesto cabecilla, que "dio la orden de matarme a unos militares golpistas, y habría sugerido que parezca un accidente, y una llamada de Washington sirvió para afinar este plan". Esta letanía del venezolano me parece que fue copiada, años después, por el ecuatoriano, víctima de su propio temperamento.
En abril de 2007, junio de 2008 y septiembre de 2010 supuestamente ocurrieron actos tendientes a acabar con los mandatarios de Venezuela, Bolivia y Ecuador. Los tres Jefes de Estado en su oportunidad hicieron el escándalo planetario. Acusaron a la inexistente oposición de tales hechos, cuando la verdad es que el miedo les invadió al ver como su popularidad bajaba, y era necesario dar golpes de efecto para revertir esa tendencia.
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