domingo, 29 de diciembre de 2019

La encuesta

Francisco Febres Cordero

Chuta, el Gobierno, inconforme con haber barrido en las elecciones, ahora va a hacer una encuesta para saber qué piensa la gente luego de los seis años de revolución. Ojalá nos toque contestar. ¡Qué emoción! 

Yo contestaría, primerito, que lo que más me ha encantado del Gobierno es eso que llaman "el proyecto". Todos los que le apoyan al Correa hablan del proyecto con una unción mística que da envidia. Que el proyecto por aquí, que el proyecto por acá. Claro que en estos seis años nadie ha explicado qué mismo es el proyecto, pero que existe, existe.

Solo así se explica, por ejemplo, que el proyecto haya logrado aglutinar a algunos que venían de la partidocracia, como el Alexis Mera o la Ivonne Baki, con otros que venían de la intelectocracia, como el Fernando Bustamante, o de la poetocracia, como el Javier Ponce, y de la flacsocracia como el Fander Falconí. Ver cómo están juntitos los que antes eran gutierristas, febrescorderistas, bucaraministas, con los que antes eran anarquistas, antimilitaristas, críticos del sistema, verdaderamente enternece. Y todo, gracias al proyecto.

También, si me preguntaran, yo diría que lo que más me ha gustado de estos últimos seis años es la música. ¡Qué música que ha tenido! ¡Qué tarimas! ¡Qué cantante! O sea eso nos ha cambiado la vida más que las carreteras, francamente. Por fin el país ha encontrado su personalidad musical, que hace bailar al mismo ritmo a la Asamblea, al fiscal, al procurador y a los jueces (y juezas). La voz del cantante es la única que se escucha y es tan potente que ha logrado perforar todos los tímpanos y las tímpanas de los ecuatorianos y ecuatorianas, hasta volverlos sordos y sordas, mudos y mudas.

Otra cosa que me ha encantado de estos seis años es la manera en que el Gobierno ha cerrado los temas. ¿Sí me entienden, no? O sea los temas que podían estar abiertos los ha dado por cerrados, pues. Si ustedes quieren hablar de la narcovalija, por ejemplo, los del Gobierno les dicen que es un tema cerrado. Y punto. De las tesis con que se graduaron el Glas o los hermanitos Alvarado, tema cerrado. De la campaña, en que se usaron todos los recursos del Estado para favorecer al candidato oficial, tema cerrado. Del Chucky Seven, tema cerrado (o bueno, abierto pero solo para emplearlo en otros juicios). Del comecheques, tema cerrado. Del Delgado, tema, además de cerrado, huido. Del Duzac, tema prestado y cerrado. De esos temas, el único que queda abrido es el del 30-S, pero como está patentado solo puede usarlo el Gobierno para dar su versión, y al que lo abre sin su autorización le caen los juicios por traición a la patria, golpismo y magnicidio. Y preso. O sea, mucho lote ha sido el Gobierno para cerrar los temas.

Y, claro, otro mérito es haber acabado con todito el terrorismo. Ahora el que protesta, terrorista; el que tiene un afiche del Che en su cuarto, terrorista; el que alza la voz, terrorista; el que escribe por su cuenta, terrorista. Ay no, ¡qué bruto!, ese es corrupto nomás. Y sicario de tinta y estúpido y basura y limitadito. Y todo mismo.

Preciosos han sido estos seis años, para qué también. Ojalá nos hagan la encuesta. Diez sobre diez sacaría el Gobierno. Y nosotros también sacaríamos diez, pero años de prisión por terroristas. Elé.



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