jueves, 26 de diciembre de 2019

La vara más alta

Daniel Márquez Soares
Diario La Hora, 25 feb 09


Rafael Correa lleva ya dos años en el poder. En circunstancias normales, hubiera cumplido ya la mitad de su mandato y estaría entrando a la cancha para el segundo tiempo. Empezar a juzgarlo ya no sería una injusticia apresurada.

Eso de los juicios es muy complicado. Muchas personas, como el Presidente, tienen la mala costumbre de ensalzarse comparándose con otras, por lo general peores que ellas. Lastimosamente, la historia y, se supone, Dios tienen la dura costumbre de juzgar a las personas según la situación que enfrentaron y la capacidad y las herramientas que tuvieron a su disposición.

Correa debería empezar a preocuparse. Está nominado al premio al más grande mediocre de la historia del Ecuador. Tuvo una oportunidad que el país no había conocido en siglos y que, posiblemente, no se repita jamás. ¿Cuándo un presidente tuvo las facilidades que él?  Tuvo popularidad, una Asamblea a su disposición, dinero hasta el cuello, un mundo próspero que aún no entraba en crisis, una oposición ridícula, y, sobre todo, paz.

¿Dónde está el gran cambio, a la altura de las oportunidades que tuvo? Correa no dio la talla y, a partir de ahora, viene la bajada. El Presidente parece confiar mucho en el tiempo que le queda, pero quizás no le quede tanto, o lo que le quede no sea tan fácil. Se agotará el dinero, volverá el poder legislativo y la oposición, y el mundo entrará en crisis. Y así hasta que, finalmente, se agote su popularidad.  Dejará a su paso un pueblo aún más decepcionado, apático y escéptico. Podrá consolarse, diciendo que fue mejor que Noboa, Palacio, Lucio, Alarcón o Mahuad, olvidando que ninguno de ellos, y quizás ninguno en la historia del país, tuvo la oportunidad que él tuvo. Podrá, más patético aún, echarle la culpa a la prensa, a la izquierda infantil o a los gringos. O podrá, como un hombre maduro, decir "la tarea fue más difícil de lo que yo pensaba y yo no he sido tan bueno como creía". Por eso es que en muchas culturas nacer capaz, con dinero y con oportunidades es uno de los retos más escalofriantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario