sábado, 11 de agosto de 2012

INVERSIONES / Mantilla, Sebastián

Menudo revuelo ha causado la noticia que el gobierno mantiene retraso en el pago al IESS del porcentaje comprometido por Ley para el pago de las pensiones jubilares, suma que superaría los 700 millones. Pero si esa información ha generado polémica, mayor perturbación han originado las palabras de la Ministra de Economía que, en términos sencillos, ha señalado que ¿para qué pagarle al Seguro Social si esa entidad tiene dinero? En otras palabras, no importa que la norma legal imponga obligaciones, simplemente no se la respeta. No es excusa para que el portafolio de economía incumpla sus obligaciones decir que el ente administrador de la seguridad social posee recursos. También se menciona que es un gran negocio prestarle al Estado y que no haya demanda privada. En el primer caso será negocio siempre y cuando los recursos entregados no terminen pulverizándose en el evento de un colapso de la dolarización. En cuanto al escaso requerimiento de fondos privados, se produce porque este Gobierno ha sido hostil con la iniciativa privada. ¿Cuántos proyectos de envergadura están a cargo del sector privado? Las cifras lo dicen todo. Caída de la inversión con las consecuencias nefastas en las altas tasas de desempleo y subempleo. Si se habría abierto la oportunidad para que el sector privado arriesgue, se hubiera inyectado recursos frescos a la economía y existiría una demanda que dinamice el mercado de valores. El Estado hubiera podido atender sin premuras sus actividades esenciales. No se lo hizo y los resultados están a la vista. Si se persiste en esa política el riesgo de tener tan alta concentración de las inversiones en un solo deudor está latente, peor si se trata de un deudor urgido que incumple con sus obligaciones. El Comercio, 21 abr. 2010, p. 10

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