domingo, 12 de agosto de 2012

SE NECESITA CERTEZA / Pachano, Abelardo

Por lo general las advertencias se las lleva el viento. Lo cierto es que al momento en que estalla una crisis nadie asume la responsabilidad. La mayoría de gobiernos no tienen las agallas y honestidad para hacerlo y, es tiempo de encontrar un culpable. De ser posible que mejor despersonalizarlo: ahí está el mercado transformado en el ogro que engulle todo. La solución parecería simple: eliminarlo. Lo difícil es encontrar el sustituto en un sistema respetuoso de la libertad. Nada hay más delicado que la confianza. Es fácil perderla, pero muy duro recuperarla. Por eso, las políticas económicas no pueden jugar con el riesgo ni abusar de los recursos públicos. El bienestar se consigue con aliento, esfuerzo y responsabilidad. Alemania con su oportuno y valiente plan de recuperación de los equilibrios e Inglaterra con su afán de corregir sus desbalances vuelven a marcar la cancha y dar ejemplo en los correctivos. Los otros deberán seguirlos. La Unión Europea tendrá que ajustar sus políticas, dotar de recursos permanentes a sus organismos supranacionales y transferir más soberanía económica a los gobiernos comunitarios. No se ve solución en la vía opuesta. El euro para salir fortalecido de la transición requiere de un fuerte apretón de tuercas en la definición de las políticas económicas comunes. El gasto fiscal, el mercado del trabajo y las pensiones deben adecuarse a los tiempos para preservar el bienestar futuro. Se busca certeza. El Comercio, 11 jun. 2010, p. 10

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