domingo, 12 de agosto de 2012

EL MOTOR / Spurrier, Walter

Para el Gobierno, el mejor crecimiento es aquel producto de la inversión pública. Lo que se invierte hoy en infraestructura mejora las posibilidades de producir más mañana. Cuando el Fisco se financia de impuestos directos, como aquel a la renta, se quita proporcionalmente más al que más gana, dinero que hubiera ahorrado o gastado en bienes suntuarios, probablemente importados que en cambio sirven para mejorar la infraestructura. El Secretario de Planificación explicó que en los últimos tres años se duplicó la relación inversión PIB. Está previsto que en 2010 el Estado invierta USD 7 381 millones, superior al año pasado. Este será el cuarto año consecutivo de incremento en inversión pública, pero no se ve la contraparte: mayor producción nacional tanto para el mercado interno como para la exportación. Sin mayor producción privada, el fondeo fiscal vía incremento de ingresos tributarios comienza a fallar. En las recaudaciones tributarias de enero-mayo destaca que se ha estimulado el consumo (espectacular alza de recaudaciones del IVA) pero que se debilita el sector productivo (el Impuesto a la Renta causó mucho menos que lo esperado). No hay acceso a crédito externo. Declina la producción petrolera. Se mantiene deprimida la producción privada. Una vez absorbidos los fondos del IESS, ¿cuál será el combustible que haga funcionar al motor que es la inversión pública? El modelo de crecimiento en base exclusiva de la inversión pública se agotó. El tiempo apremia para buscar el recambio. El obvio es la inversión privada, interna y externa. Pero esta no se prende con un interruptor. Hay que tomar decisiones rápidas y contundentes, si se quiere evitar un estancamiento, o peor. El Comercio, 29 jun. 2010, p. 10

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