domingo, 12 de agosto de 2012

HORA DE DESPEGARSE / Spurrier, Walter

El presidente venezolano se muestra desafiante frente a la adversidad. "La economía que está cayendo es la economía capitalista", declara. Esa es la economía que crea fuentes de trabajo productivo. El colapso de esa economía significa que queda o el empleo público o vivir del subsidio. Quizá Hugo Chávez aspira en realidad a alcanzar el nivel de vida de Cuba. Pero ¿por qué escribo tanto de Chávez y no de Lula, García, Piñera o Uribe? Porque hay una afinidad de nuestro Gobierno con el venezolano. Detrás de las declaraciones de Chávez, es que Venezuela va a estar mejor cuando la clase media se termine de empobrecer (la clase alta migrará a Miami, en donde están ya sus capitales). Hay declaraciones similares de nuestro presidente: que mejor que crecer es alcanzar la igualdad absoluta de ingresos. Y en un país pobre, solo se pueden igualar los ingresos empobreciendo a todos. En la medida en la que se hunde Venezuela, se afecta la imagen del Gobierno nacional. Es muy posible -especulo- que el presidente o algunos de su entorno lamenten el exceso de identificación con Chávez. Quizá por eso ya no se frecuentan tanto. En las fotos de la cumbre de Buenos Aires a fines de mayo, Correa no está junto a Chávez, sino a Cristina. No han vuelto a cantar juntos en ningún estadio. Pero un discreto distanciamiento no basta. Es el momento en que, mediante pronunciamientos y acciones, el presidente Correa deje claro que su visión del futuro económico no tiene nada en común con la utopía del comandante. Hay que despegarse de Chávez. Hoy, 10 jun. 2010, p. 4

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