domingo, 12 de agosto de 2012

"ALBA SURERO" / Pozo, Mauricio

Hace algunas semanas mostré cifras de lo que representaba la relación comercial y financiera con los países que participan del grupo del ALBA, esto es, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, entre los principales. El intercambio económico entre nuestro país y las referidas naciones cae en lo que los estadísticos llaman "margen de error". Esto significa que el peso de nuestra relación comercial y financiera con dichos países no representa casi nada con los socios tradicionales e importantes para Ecuador como es la Unión Europea, los Estados Unidos, Colombia o el mismo Mercosur. Si el comercio con el país del norte es aproximadamente el 50 por ciento de nuestras relaciones externas y si más del 90 por ciento de las líneas de crédito internacionales provienen de ese mercado, que no se busque un convenio amplio en lo comercial y financiero asoma como una renuencia que conlleva a un impacto seriamente dañino para el país. Se hace urgente la necesidad de consolidar nuestras relaciones internacionales con énfasis en lo que más nos conviene y no en base a ideologías y dogmas que lejos de beneficiarnos nos perjudica. El ingreso del Ecuador a la ALBA no nos ayuda en nada y más bien nos perjudica por la clase de gobiernos que participan. Ya es hora de rectificar y volver a la cordura de las relaciones internacionales. A la ALBA debemos darle un adiós antes que nos contaminemos más de lo que ya estamos. Los extremos siempre son malos y la falta de realismo y pragmatismo también es perjudicial. Dime con quién andas y te diré quién eres. Nuestros vecinos, Colombia y Perú, nos van a llevar décadas de mayor progreso. Crecen mucho más rápido, registran menor nivel de inseguridad y captan 10 veces más inversión privada que nosotros. Al cabo de algunos años esto significará menos pobreza y más bienestar para ellos y nosotros seguiremos rezagados. Hoy, 28 jun. 2010, p. 4

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