sábado, 11 de agosto de 2012

LA BANCA EUROPEA SIGUE TAMBALEANTE / The Economist

Cuando tres de los indicadores más conocidos de la estabilidad bancaria se deterioran, como sucedió en Europa en la última semana de mayo, naturalmente existe motivo para alarmarse. Los nervios se habían desgastado por la incautación de Caja Sur, una cooperativa de ahorros, por el Banco de España, el 22 de mayo (a pesar de los esfuerzos del Banco Central). La clasificación de las calificaciones de los activos garantizados por el Banco Central de España no ayuda tampoco. El primero de estos indicadores inquietante es la tasa a la cual los bancos están dispuestos a prestarse entre sí, conocida como la tasa Libor (London Interbank Offered Rate). Hasta el 2 de junio la tasa Libor del dólar de tres meses se había duplicado por encima de 0,5 por ciento, un nivel visto por última vez hace un año, después de estar cómodamente durante meses en alrededor de 0,25 por ciento. La segunda alarma es la ampliación del diferencial entre la tasa Libor y la tasa de interés relativamente libre de riesgo conocido como OIS (overnight indexed swap) o tasa de permuta financiera. En mayo se triplicó por encima de 0,3 puntos porcentuales, lo que sugiere que los bancos están acumulando efectivo en lugar de ponerlo a disposición en el mercado interbancario. La señal final es el mercado de CDS, una medida del precio pagado para asegurar la deuda emitida. El CDS que incluso se extiende en los más grandes bancos también ha aumentado en los últimos días, lo que indica el riesgo de incumplimiento, aunque bajo, ha subido. Para algunos pequeños bancos europeos estos diferenciales se encuentran en niveles aterradores. Hasta ahora, estos son temblores, no terremotos. Europa ha evitado una gran crisis en la primavera, pero todavía tiene que poner en los regímenes de resoluciones a los bancos en quiebra, las empresas deben dejar de depender de la financiación volátil a corto plazo y hacer las pruebas de estrés a los bancos individuales (como hizo Estados Unidos, dando un poderoso impulso a la confianza). Hasta que lo haga, será difícil ignorar hasta el más mínimo temblor. Expreso, 7 jun. 2010, p. 11

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