sábado, 11 de agosto de 2012

ALERTA POR DISTORSIÓN ECONÓMICA / Rivadeneira, Miguel

En el caso del Ecuador los subsidios a los derivados del petróleo siguen siendo una carga, con pérdidas de USD miles de millones los últimos años en el gas de uso doméstico mientras piden más recursos. Como el tema es político y se cuidan de no perder respaldo popular, tampoco quieren abordarlo pese a que saben que es ineficiente y beneficia a quienes tienen más recursos. El Ejecutivo pensó al inicio incluir en una consulta popular la eliminación del subsidio generalizado (que favorece al 60 por ciento de la población que pertenece a los quintiles más ricos) y focalizarlo para beneficio de los que necesitan, pero no pasó nada. Represar los problemas por cálculos políticos es grave porque a futuro el impacto cada vez será mayor. Ya pasó con el último régimen militar, que devolvió el poder en agosto del 79 y que represó el precio de la gasolina. El presidente Roldós se vio obligado en el 81 a subir el galón el 300 por ciento, de 4,65 a 15 sucres. El no enfrentar el problema mantiene la distorsión y hoy es mucho más barato prender una cocina de gas o bañarse con calefón que comprar un litro de leche o cualquier producto de primera necesidad. El Comercio, 10 mayo 2010, p. 15

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