sábado, 11 de agosto de 2012

Y LLEGARON MÁS / Briones, Marena

Del viernes pasado al de hoy, los ajustes continuaron traspasando las fronteras griegas. Portugal tiene en mente apretarse más el cinturón (incrementar el Impuesto a la Renta para ingresos superiores a los 150 mil euros al año y no aumentar los salarios de los funcionarios, por ejemplo) después de que, en marzo, adoptó un programa de austeridad fiscal. Irlanda entró en la recta inicial desde diciembre pasado, cuando resolvió reducir el gasto público en 4 000 millones de euros y puso en marcha otras acciones. En aras de sanear un déficit que cerró 2009 bordeando el 11 por ciento, y viéndose obligado a abjurar de lo antes dicho y ofrecido, el presidente del Gobierno español acaba de adoptar nueve duras medidas; entre ellas: la reducción en un promedio del 5 por ciento de los salarios públicos y su estancamiento en 2011; la reducción de los salarios gubernamentales en un 15 por ciento, salvo por las no contributivas y las mínimas, y, después de 25 años de aplicación de la revalorización según la evolución del índice de precios de consumo, las pensiones de jubilación no serán actualizadas en 2011; la eliminación del régimen transitorio para la jubilación parcial; a partir de enero de 2011, la supresión de la prestación de 2 500 euros por bebé nacido; la disminución en 600 millones de la "ayuda oficial al desarrollo"; la reducción de 6 045 millones de euros en la inversión pública estatal, y el "ahorro" de 1 200 millones a cuenta de las comunidades autónomas y las entidades locales. Francia no podrá quedarse atrás, aunque la carga de los recortes no llegará a tanto. Alemania también habrá de tomar decisiones. A Italia y al resto de países europeos, la Comisión Europea les ha demandado entrar de lleno en la reducción del déficit público. Y, como si eso fuera poco, un ambicioso plan de salvación del euro fue el resultado de una larga y tensa jornada de debate entre los ministros de finanzas de los 27 Estados miembros: 750 000 millones de euros darán consistencia al fondo de ayuda para los países con déficit abultado y deuda pública a presión. No obstante todo eso, los costos sociales y políticos de los ajustes harán seguir temblando la economía europea. Falta ver cómo llegará por otros lados el sacudón. Hoy, 14 mayo 2010, p. 4

No hay comentarios:

Publicar un comentario