viernes, 10 de agosto de 2012

PANORAMA MUNDIAL / Ruiz, Adolfo

La última gran crisis del capitalismo, que estalló en el 2008, no ha significado el fin del sistema como pronosticaron algunos, pero sí ha agudizado los problemas internos tanto de las economías centrales como de las periféricas y ha crispado más aún las relaciones internacionales. La Unión Europea enfrenta una grave crisis en su economía y finanzas. El crecimiento al culminar el 2009 fue de apenas el 0,1 por ciento y hay alrededor de 20 millones de europeos sin trabajo. Se buscan salidas a la bancarrota en Grecia, mientras que otros países como Italia caen en la sospecha de haber retocado las finanzas para cumplir sus compromisos en la eurozona. Los inmigrantes son los que sufren las peores consecuencias pues además de perder sus trabajos son perseguidos y expulsados en lo que presagia convertirse en verdaderas razias. Los norteamericanos, por su parte, intentan una recuperación de la economía sin sustanciales mejores resultados que sus socios europeos. Pero las peores pesadillas están en las dos guerras que libran contra el denominado extremismo islámico y la amenaza nuclear de Irán. En política exterior hacia allá apuntan los desvelos y sin perder de vista a Rusia y China, la cual busca hegemonía. En este contexto, América Latina no es motivo de preocupación primordial para la administración del presidente Barack Obama. El Universo, 24 feb. 2010, p. 7

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