sábado, 12 de septiembre de 2015

Tiempo de vacas flacas/ María Herrera Heredia : La disminución de los ingresos, como consecuencia de la baja de los precios del petróleo en el mercado mundial, la diferencia negativa entre exportaciones e importaciones, han puesto en evidencia la llegada de las vacas flacas al país, que bien podrían comerse todo lo logrado en años anteriores, donde hicimos gala de suficiente liquidez y exuberante gasto público

La gestión macroeconómica no difiere a la racionalidad del manejo de recursos de las familias. Todo lo contrario: la economía doméstica es una gran escuela en la cual se aprende la importancia de la planificación y la previsión de recursos para contingentes que nunca dejan de aparecer. Hoy, las vacas flacas han llegado y están devorando a las gordas, ya se han comido el 40% del aporte estatal para pensiones jubilares, también parte de los sueldos de los funcionarios que han tenido que disminuir sus ingresos, sin necesidad de incremento de la inflación, como 2 800 productos que vienen de fuera costarán más que antes, por las famosas salvaguardias impuestas y vendrá más. Frente a esto se me viene a la mente la narración bíblica mencionada y la advertencia de Paul Samuelson, destacado economista y premio Nobel, quien asemeja el déficit fiscal con un monstruo que surge de las profundidades y se traga los recursos fiscales, aparte por supuesto del necesario ahorro que manda el sentido común. EN: El Comercio, Año 110 N° 40800 24 abr. 2015, p. 7

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