martes, 15 de septiembre de 2015

Nuevos problemas, nuevas soluciones / Fander Falconi: La nueva coyuntura económica que atraviesa el Ecuador y Latinoamérica es difícil

Es la hora de realizar ajustes. No obstante, los ajustes venideros no deberían dirigirse a la cintura de los pobres, como era costumbre en la época neoliberal, y tampoco deberían paralizar la gestión del Estado. Ecuador, a la última crisis 2008-2009, respondió con más inversión pública, algo que sonó a herejía. Pero funcionó, mientras las soluciones típicas neoliberales produjeron desempleo y desahucios en España, Portugal, Grecia e Italia. El renombrado economista canadiense Marc Lavoie informa que ahora la economía tradicional considera que una crisis económica demanda más inversión pública, algo que Ecuador hizo. La inversión pública debe centrarse en dar más empleo mediante obras que sean inicios de programas sociales. Joseph Stigliz, el premio Nobel de Economía, llama a no caer en las 'políticas de la estupidez económica' (contener demanda e inversión). Pero también es necesario cambiar la composición del gasto, en particular aumentar la eficiencia y la proporción del componente propio. Parece que al menos buena parte de los gobiernos sudamericanos están decididos a responder así a esta nueva crisis. Eso nos lleva a una solución a mediano plazo que, sin embargo, es la más sólida. Solo una integración latinoamericana efectiva nos salvará de estar sometidos a las corrientes caprichosas del mar capitalista. El Comercio, Año 110 N° 40164 (8 sep. 2015), p. 10 Soluciones a la crisis / Mauricio Dávalos: Quiero sugerir algunas acciones que podrían ayudarnos a disminuir los efectos de la crisis y, lo más importante, podrían evitar la desdolarización y sus graves consecuencias. Sugiero: la eliminación del Anticipo del Impuesto a la Renta, la eliminación del Impuesto a la Salida de Capitales, la eliminación de la retención en la fuente del Impuesto a la Renta, la eliminación de todo recargo adicional, por encima del desahucio universal que se introdujo recientemente, por la terminación de los contratos laborales; y, la eliminación de las salvaguardias sobre todos los bienes que sirvan de insumos para la producción. Para compensar la pérdida de ingresos que implicarían estas decisiones, propongo la focalización del subsidio a los combustibles. Frente a la contracción de ingresos, y para poder cerrar el déficit fiscal, el Sector Público No Financiero deberá bajar su nivel de gasto por lo menos en 14 puntos del PIB. Para esto, deberá suspender de inmediato todo nuevo proyecto de inversión y aquellos cuya suspensión no signifique pérdida de lo ya realizado; continuar, para su terminación, aquellos proyectos de inversión en ejecución, especialmente los que estén dirigidos a mejorar la competitividad de la producción ecuatoriana; y, rebajar el gasto corriente en por lo menos 5 de los 14 puntos del PIB de recorte. El proyecto Refinería del Pacífico deberá suspenderse, por antitécnico, antieconómico y sobrepreciado. En las circunstancias por venir, será imprescindible el fortalecimiento del crédito productivo público. Simultáneamente, se deberá acometer una intensa negociación de tratados comerciales, con todos los principales socios comerciales; y, de protocolos fitosanitarios que derriben barreras de esa naturaleza en dichos mercados, para nuestros productos de exportación. No es seguro que lo propuesto aquí, en brevísimo resumen, nos salve de la crisis que se nos precipita encima, pero seguramente nos ayude a enfrentarla. El Comercio, Año 110 N° 40164 (8 sep. 2015, p. 10

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