domingo, 13 de septiembre de 2015

Tan mal no estamos

Vicente Albornoz/ Si se mira fríamente los números, la conclusión es que se nos viene un buen frenazo de la economía, pero que más allá de eso, no estamos tan mal. La única manera de que haya problemas graves sería que el Gobierno maneje mal las "expectativas". Porque las expectativas, es decir, lo que la gente cree que va a ocurrir, son clave porque en economía, a veces por el solo hecho de creer en algo, eso termina ocurriendo. Por ejemplo, si todos están convencidos de que los bancos son extremadamente sólidos y que es seguro depositar dinero en ellos, al final la gente termina depositando mucho dinero en los bancos y de esa manera los fortalece. Eso es una "profecía autocumplida". El problema son las expectativas creadas por el Gobierno. Si se propone una ley a las herencias confiscatoria, la gente empieza a sacar su dinero al exterior para evitarse el impuesto; si se anuncia que se vigilará los retiros de efectivo de más de USD 5 000, la gente se preocupa con solo buscarle explicación a eso; si se obliga a los bancos a ser macroagentes de dinero electrónico, no se aporta a la tranquilidad; si se desmaterializa TBC para usarlos como medio de pago, tampoco se mejora las expectativas. Y la escasez de billetes de USD 100 dificulta convencerse que "si solo se ven los números, no estamos tan mal". No, el mundo no nos está fallando y no debería haber un colapso. Obviamente, mientras que el gobierno no lo produzca por su mal manejo de las expectativas. El Comercio, Año 110 N° 40885 19 jul. 2015, p. 8

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