sábado, 12 de septiembre de 2015

El informe a la Nación

Sebastián Mantilla/ El Presidente de la República acaba de presentar, este domingo 24, el informe de labores ante la Asamblea Nacional. En lugar de parecerse a un informe como tal, lo dicho por Rafael Correa se asemejó a una sabatina, aunque, valga decir, mucho más larga y cansona. No fueron palabras para informar sino para convencer. De ahí que todo lo dicho por el Presidente haya tenido como intención volver incuestionable todo lo hecho por su Gobierno. Algo así como colmar de poder y autoridad a su discurso, sin importar cuán ajeno o lejano se pueda estar de la realidad. Solo así se entiende que se diga que todo está muy bien. Que el manejo económico es el correcto. Que el país crece más que el promedio de la región. Que la pobreza y la desigualdad están bajando… No obstante, cuando se analiza con detenimiento y profundidad se puede corroborar que esto no es así. Si estamos tan bien, no entiendo entonces por qué el presidente Correa habla de atormentar a los ecuatorianos con más impuestos. Justamente en el Informe a la Nación ha advertido sobre un nuevo proyecto de ley que incrementará el impuesto a las herencias y arrebatará el derecho que tienen los municipios de tener ingresos de la plusvalía. El argumento es que el Gobierno nacional hace inversiones millonarias en todo el país pero que no recibe nada a cambio. De ahí la idea de cobrar una contribución de mejoras, no municipal sino nacional. Más allá de todo esto, hay problemas de fondo. El modelo económico aplicado por el Gobierno no funciona. Es ilusorio creer que esto se va a solucionar con más impuestos o con el incremento del endeudamiento público. EN: El Comercio, Año 110 N° 40832 (27 mayo 2015, p. 10 COMENTARIOS EDITORIALES-MERCADO FINANCIERO

No hay comentarios:

Publicar un comentario