martes, 15 de septiembre de 2015

Solitos nos encarecimos

Vicente Albornoz/En los últimos ocho años, la forma de manejar la economía ha producido más inflación en el Ecuador que en Colombia. Eso significa que en el Ecuador los precios (en dólares) han subido más que los precios en Colombia (en pesos). Y esa diferencia es el resultado de nuestra política económica, o sea, es el resultado de cosas que hicimos los ecuatorianos (o, al menos, el Gobierno). La causa principal del aumento de precios en el Ecuador ha sido el disparo del gasto público. En la primera mitad del año 2007 (justo antes de empezar a ver las diferencias de inflación), el sector público gastó 4 950 millones, mientras que en la primera mitad de 2015 gastó 18 830 millones. O sea, casi se cuadruplicó. Un ingreso tan enorme de recursos adicionales a la economía hizo que la demanda (de todo) se disparara y cuando hay un rápido aumento de la demanda, los precios suben. Y si el crecimiento de la demanda es una cosa sostenida, el aumento de precios (la inflación) se mantiene sostenidamente en niveles mayores. Los aumentos salariales también volvieron más caro producir en el país. Por ejemplo, en todos los años desde el 2008 en adelante, los salarios han crecido bastante más que la inflación, produciendo un efecto equivalente a echar leña al fuego. Aquí siempre se podría argumentar que subir salarios es una buena cosa, pero en economía todo tiene un costo, incluso las cosas buenas. Y subir salarios por encima del crecimiento de la productividad siempre tendrá el efecto inflacionario. Al igual que disparar el gasto más allá de lo que la economía aguanta. En fin, solitos nos encarecimos y ahora los que idearon las políticas que nos encarecieron no quieren que compremos en Ipiales. Y hasta le echan la culpa a la devaluación del peso. El Comercio, Año 110 N° 40934 6 sep. 2015, p. 8

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