domingo, 10 de marzo de 2013

EL RESCATE ESPAÑOL / Hoy

El plan para recapitalizar la banca española, de 100 000 millones de euros ($125 000 millones), fue diseñado para aliviar los temores sobre un posible declive de las finanzas de la zona del euro, pero hasta ahora la confianza en España se deteriora justamente entre el grupo que España necesita conquistar: los compradores de deuda soberana. "A los inversores no les gusta la deuda española y por eso han exigido el máximo tipo de interés desde que entró en vigor la moneda única a los bonos a 10 años: 6,8 por ciento, con lo que se supera el anterior récord, alcanzado el pasado 17 de noviembre en 6,781 por ciento. (...) El rendimiento que se exige a la deuda soberana es una medida de la confianza del mercado en su solvencia y se considera que, por encima del 7 por ciento, la carga de los intereses puede ser insoportable. Grecia pidió su primer rescate (mayo de 2010) cuando llegó al 8,5 por ciento, idéntico nivel que Portugal en abril de 2011. Sin embargo, a Irlanda le bastó tocar el 8,1 por ciento (noviembre de 2010) para pedir ayuda internacional", decía ayer El País de España. "Una vez más, la economía se hunde, el desempleo se dispara, los bancos tienen problemas, los Gobiernos se apresuran a acudir al rescate; pero, por alguna razón, se rescata solo a los bancos, no a los desempleados", escribió el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, para quien la falla es de la élite política europea "siempre dispuesta a entrar en acción para defender a los bancos pero, por lo demás, absolutamente reacia a admitir que sus políticas están fallando a las personas a las que se supone debe servir la economía". Hoy, 13 junio 2012, p. 5

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