miércoles, 27 de marzo de 2013

LOS ESTIMULOS DE LA FED / Calderón, Gabriela

La semana pasada, la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. anunció la tercera ronda de flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés), en vista de que la economía estadounidense todavía no logra una recuperación decisiva de la Gran Recesión. Los mercados y los políticos alrededor del mundo lo han celebrado. Pero ¿funcionará este nuevo "estímulo" de la Fed? Hay un consenso entre banqueros centrales de que cuando se avecinan tiempos difíciles, conviene aumentar la oferta monetaria (léase crear dinero). La Fed puede hacer esto reduciendo la tasa de interés de los fondos federales o comprando bonos del Tesoro de EE.UU. La flexibilización cuantitativa es un término sofisticado para referirse a una versión mucho más amplia de este segundo método: en lugar de limitarse a comprar bonos del Tesoro, ahora la Fed compra -a precios por encima de los que el mercado fijaría- activos financieros, como títulos hipotecarios. Steve Hanke, de Johns Hopkins University, considera que durante el último cuarto de siglo la Fed ha "sobrerreaccionado a crisis reales o percibidas y creado tres burbujas de demanda agregada". Esto, dice Hanke, tiene que ver con la teoría austriaca del ciclo económico: "Con las tasas de interés artificialmente bajas, los consumidores reducen sus ahorros a favor del consumo, y los empresarios aumentan su nivel de gasto en inversiones". El problema es que estas inversiones no se generan con base en un ahorro real y ocasionan burbujas en determinados sectores, como ocurrió recientemente con el sector inmobiliario estadounidense. La Fed no ha logrado con sus "estímulos" una recuperación sustancial de la economía. Lo que estamos viendo es que la crisis actual no ha sido causada por la mano invisible del libre mercado, sino por la muy visible mano de los estados y de los bancos centrales más importantes del mundo -particularmente la Fed-. El Universo, 21 sep. 2012, p. 6

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