miércoles, 27 de marzo de 2013

EFECTOS DESASTROSOS / Rosales, Francisco

El décimo proyecto de reforma tributaria que ha enviado el Ejecutivo a la Asamblea para financiar el incremento del bono de desarrollo humano, tiene los efectos de un tsunami político-económico. No se trata de recaudar millones más o millones menos para financiar una parte del incremento del subsidio, sino de tener en cuenta el ambiente general que crea el Gobierno con esta nueva reforma. Primeramente, nadie puede desconocer que la reforma nace de una reacción visceral ante la propuesta del banquero-candidato de aumentar el bono. No es, por tanto, el producto de un análisis objetivo sobre la manera y el momento de imponer nuevos tributos. Los demás sectores de la economía se han colocado en fila para saber cuándo les llegará otra reforma ad-hoc que también podrá nacer del estado de ánimo del gobernante. En segundo término, e igualmente grave, echa por los suelos todo el discurso de las ventajas del Código de la Producción en cuanto a incentivos tributarios y en cuanto a ofrecer la seguridad jurídica indispensable para el desarrollo de los emprendimientos. Hoy, 5 nov. 2012, p. 10

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