sábado, 16 de febrero de 2013

2011 / Samaniego, José

¿Que nos deja el año 2011? Más que nada, una economía que ha podido disfrutar de un entorno internacional muy favorable y bailar la fiesta financiada por un gasto público inmenso. Un año en el que el Gobierno supo sacar provecho de la boyante coyuntura por la que atravesó y pudo gastar mucho, algo en infraestructura e inversión, pero mucho, muchísimo, en gasto corriente, subsidios, remuneraciones a la burocracia y otros gastos que no agregan valor a la economía. Este año permitirá que el Gobierno exhiba logros importantes para la ciudadanía y la comunidad internacional, como el crecimiento de la producción y la reducción de la pobreza y el empleo. Son, en realidad, resultados muy buenos para cualquier economía y para su población, con algunos hechos positivos colaterales, como el mejoramiento promedio de las condiciones de vida y del bienestar de la ciudadanía; la reparación y la construcción de buena parte de las obras de infraestructura que el país requería desde hace tiempo, y un año caracterizado por un aumento importante de la liquidez del sistema financiero que creó las condiciones para que se sostenga un boom de consumo que ha sido parte de esta percepción de bonanza que se vivió en 2011. Hoy, 7 dic. 2011, p. 4

No hay comentarios:

Publicar un comentario