sábado, 16 de febrero de 2013

CIFRAS Y ESPIRITUALIDAD / Lucio-Paredes, Pablo

Mientras escribo, leo las declaraciones sobre la evangelización y el apostolado en materia de impuestos. Mi reacción inicial es que en la vida hay que saber ubicarse. Cada función sirve para lo que sirve, y no debemos confundir los papeles. Los gobiernos reciben nuestros impuestos (con buena o mala gana, pero lo hacemos para cumplir con una función legal, colectiva, equitativa y ética), pero no debemos creer que los gobernantes son nuestros guías espirituales con funciones casi divinas. Y peor aún que ellos lo crean. Nos enteramos de que al acogernos al llamado de evangelización seremos más felices, porque una vida satisfactoria es estar en paz con Dios, luego con el SRI y finalmente con la familia. ¡Hemos perdido las proporciones! Sin duda alcanzaremos el cielo cuando se cambie el orden y el SRI ocupe el primer lugar. Pronto será. El Universo, 12 nov. 2011, p. 6

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