sábado, 16 de febrero de 2013

TAPETAZO / Spurrier, Walter

Por decreto ley rige la reforma tributaria. El Presidente descalifica la resolución en contra de la Asamblea, aduciendo fallas en el tratamiento del proyecto. Deplorable cómo manejó el ejecutivo su proyecto tributario. Desde su envío como de urgencia económica, ya que no era urgente. El ejecutivo enfatiza que el propósito no era recaudatorio; que los fondos no son indispensables para evitar una parálisis fiscal. Además, no modifica al impuesto a la renta; no se requería que la reforma fuese aprobada antes de fin de año. Pudo haber sido enviado como ordinario, y el ejecutivo urgir agilidad a su bloque. Pero fue enviado como urgente. Sobre tema tan complejo el legislativo debía pronunciarse en 30 días. Se decretó un puente vacacional de cinco días que redujo aún más el tiempo útil para tratar el proyecto. Con la nueva Constitución, el legislativo perdió su derecho a compartir con el ejecutivo el nombramiento de las autoridades de control. Hoy, ya no legisla en materia económica. Mañana, ya se anunció, el Presidente colegislará con la Corte Constitucional. ¿Para qué queda la Asamblea? El Comercio, 29 nov. 2011, p. 8

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