sábado, 6 de abril de 2013

PANDORA / Oleas, Sebastián

Los eventos recientes en Chipre, una pequeña isla mediterránea al sur de Grecia con algo menos de 1,2 millones de habitantes, se parecen al mito de Pandora y su caja. La isla se había convertido en el equivalente a las islas Caiman: una industria financiera boyante, el lugar para establecer empresas offshore sin muchas preguntas e invertir en bienes raíces con vista al mar. Esta isla se había convertido en uno de los lugares favoritos de los oligarcas rusos para descansar e invertir. Sin embargo, la crisis de la eurozona, que se creía apaciguada, resurgió en esta isla/país miembro de la Unión Europea. El sistema financiero chipriota está en crisis luego de años de prosperidad pagando irreales tasas de interés cercanas al 5 por ciento a sus depositantes cuando las alternativas estaban cercanas al 1 por ciento. La solución del Gobierno para salvar el sistema financiero chipriota y, en general, su economía fue solicitar un paquete de salvamento a las autoridades europeas. Pero esta vez, el rescate puede venir con un nuevo costo: los depositantes en los bancos chipriotas deberán pagar parte del rescate entregando un 10 por ciento promedio de sus ahorros. Para evitar que, como es obvio, los depositantes corran al banco a retirar su dinero antes de que el Gobierno se los quite, las autoridades en Nicosia han declarado un feriado, similar a nuestro feriado bancario o al corralito argentino. Diario de Negocios, 22 mar. 2013, p. 2

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