martes, 1 de enero de 2013

LA RESERVA FEDERAL LO VUELVE HACER / Krugman, Paul

Hace ocho años, Ben Bernanke, ya un subgobernador de la Reserva Federal, aunque no todavía el gobernador, habló en una conferencia para honrar a Milton Friedman. Cerró la charla con la famosa frase de Friedman sobre la responsabilidad de la Reserva en la Gran Depresión porque no hizo lo que era necesario para salvar a la economía. "Tiene razón", dijo Bernanke. Lo lamentamos muchísimo. Sin embargo, gracias a usted, no lo volveremos a hacer". Famosas últimas palabras. Ya que, de hecho, lo estamos haciendo de nuevo. Es cierto que las cosas no están tan mal como en los peores momentos de la Depresión. Sin embargo, eso no es decir mucho. Y como en 1930, cada propuesta para hacer algo por mejorar la situación recibe una tormenta de fuego de oposición y críticas. Como resultado, para cuando surge la política real, está diluida a tal grado que casi está garantizado que falle. Ya vimos que esto sucedió con la política fiscal: por temor a la oposición en el Congreso, el Gobierno de Obama ofreció un plan inadecuado, solo para ver que se debilitaba aún más en el Senado. Al final, el aumento pequeño en el gasto federal se contrarrestó efectivamente con las reducciones en los ámbitos estatales y locales, así que no hubo un estímulo real a la economía. Ahora, lo mismo está pasando con la política monetaria. Los argumentos para una política más expansionista de la Reserva son abrumadores. El desempleo es desastrosamente elevado, mientras que los datos sobre la inflación estadounidense en los últimos años casi calzan perfectamente con las primeras etapas del deslizamiento incesante de Japón hacia una deflación corrosiva. Desafortunadamente, la política monetaria convencional ya no está disponible: las tasas de interés a corto plazo en las que normalmente se concentraba la Reserva ya están cercanas a cero. Así que la Reserva está cambiando su política usual de comprar solo deuda a corto plazo, y ahora está adquiriendo deuda a largo plazo; una política a la que generalmente se hace referencia como "política monetaria flexible". No hay nada descabellado en esta acción. Como trató de explicarlo Bernanke el sábado: "Solo se trata de política monetaria", y agregó: "Funcionará o no en gran medida como funciona la política monetaria familiar, ordinaria y más convencional". El Universo, 12 nov. 2010, p. 7

No hay comentarios:

Publicar un comentario