sábado, 12 de enero de 2013

ECUADOR SUBESTIMO SU EJEMPLO / Klinkicht, Susana

La noticia de que los Estados Unidos han suspendido indefinidamente el proceso de diálogo bilateral con el Ecuador debe haber caído como un balde de agua fría sobre aquellos, incluido el presidente Rafael Correa y su canciller Ricardo Patiño, que insistieron hasta ese mismo momento en que la ruptura entre los dos países no se iba a dar. No ha quedado claro hasta qué punto las mesas especializadas han avanzado realmente en su intento por superar divergencias y cimentar las relaciones sobre bases realistas en los campos del intercambio comercial, el tema migratorio, la cooperación tecnológica y la energética, la seguridad y las posibilidades de inversiones. Es más probable que sean acuerdos puntuales a los que se ha llegado y que uno de los verdaderos motores de las negociaciones sea la lucha contra el narcotráfico, en la que el Ecuador, al parecer, se comporta como un pupilo ejemplar y la que probablemente no cesará, porque interesa en primer lugar a los mismos Estados Unidos. Lo que el Ecuador subestimó, cuando pensó que la expulsión de la embajadora estadounidense Heather Hodges no tendría mayores consecuencias fue el efecto que podía tener la reacción tan drástica sobre otros países. La noticia dio la vuelta al mundo y Washington tuvo que evitar que haga escuela. Hay tantos gobiernos que podrían haberse visto tentados a defender de esa manera su dignidad, a vengarse de la burla y del ensimismamiento que han revelado a costa de ellos los diplomáticos estadounidenses. Hoy, 18 abr. 2011, p. 4

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