sábado, 14 de julio de 2012

LA VISION DE LOS DONANTES DEL ITT / Guarderas, Juan

Las experiencias con los préstamos condicionados del FMI parece haber dejado un trauma crónico. Al menos así demuestra la fobia que levanta cualquier condicionamiento internacional. Pero esta vez no se nos está exigiendo privatizar empresas nacionales ni ultraliberalizar los mercados. El depósito de fondos en un fideicomiso constituido por el PNUD (para evitar el uso erróneo en operaciones como la compra de armas) no parecería merecer el calificativo de condiciones "vergonzosas" o "colonialistas". Estas condiciones difícilmente escandalizarían a un político, salvo que tuviese un serio recelo a la transparencia o que pretendiese precisamente usar los fondos para otros fines. Pues bien, ¿Correa pretende que los inversionistas aporten nada menos que USD 3 500 millones y se desentiendan completamente del uso que se los dé? No es lógico. Al menos, como ciudadano del Ecuador, sí esperaría, que en caso de que mi país done una ingente cantidad de dinero, se asegure que los fondos no se esfumarían en corrupción, o actos proselitistas ajenos a la inversión socio-económica. Dejando esto de lado, y adentrándonos en la lógica correísta, lo que su demanda requeriría es que los donantes tuviesen una enorme cantidad de confianza en el país. Sin contar con la desconfianza generada por el Gobierno, nuestro país tiene además, niveles de corrupción altísimos y un historial de inestabilidad política atroz. Con este perfil, la garantía de un fideicomiso constituido por el PNUD no parece irracional. Una cosa es cierta, es ilógico esperar que los donantes brinden el apoyo sin demandar garantías, al tiempo que el Ecuador no brinda la seguridad suficiente. El Comercio, 22 ene. 2010, p. 11

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