sábado, 14 de julio de 2012

DETERIORO DEL EMPLEO / Pozo, Mauricio

El manejo de la política salarial y del empleo ha sido tradicionalmente una pata coja de muchos Gobiernos. Los diagnósticos son muchas veces equivocados y las políticas adoptadas son aún más erróneas. No se trata de que la gente no gane lo mejor posible y que lo merezca, es un problema de posibilidades y de sostenibilidad. Ajustes salariales excesivos son de por vida, es decir, se torna imposible reversarlos cuando estos no se pueden mantener. La "salida" que produce un error de esta naturaleza es más desempleo. La empresa privada se ve obligada a incrementar los salarios por encima de su capacidad de pago y termina despidiendo trabajadores. ¿Quiénes se benefician con esto? Los que no son despedidos, pero, ¿y los que pierden su trabajo o los que ya están desempleados? Ahora sí que no van a encontrar empleo. Tampoco es "negocio" pagar mal a los trabajadores, pues no hay nada peor que un trabajador desestimulado o que no cubra con su salario sus necesidades básicas. Por eso, jamás debe olvidarse que el principio de productividad del trabajo es fundamental, pues incluye en la decisión al trabajador y al empleador y considera el impacto en el empleo en general. Hoy, 25 ene. 2010, p. 4

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