sábado, 14 de julio de 2012

DIEZ AÑOS DESPUÉS / Samaniego, José

Para evaluar los resultados de estos 10 años de dolarización en el Ecuador, es preciso colocarlos en su real dimensión, es decir, como un esquema monetario, cuyos objetivos de política (como en cualquier otro arreglo monetario) son preservar el poder adquisitivo de la moneda y la estabilidad de precios. Y si se mira desde esa perspectiva, es evidente que la dolarización ha traído muchos más beneficios que perjuicios. Desde esa perspectiva, decir que la dolarización ha sido un fracaso porque no ha solucionado los problemas estructurales de pobreza, desempleo e injusta distribución de la riqueza es injusto, aún a pesar de que la mayoría de indicadores sociales han tenido una trayectoria positiva en esta década de dolarización. Coincido con las opiniones que afirman que mientras el Ecuador siga siendo un país disfuncional, está condenado a crecer muy lentamente, a no generar empleo y a reducir solo muy lentamente la pobreza y la inequidad, con o sin dolarización. Pero si la dolarización ha sido un excelente instrumento para mantener la estabilidad macroeconómica de corto plazo, lo lógico es que se la perfeccione y fortalezca. Lamentablemente, la política económica de este Gobierno ha hecho todo lo posible por debilitarla. Hoy, 20 ene. 2010, p. 4

No hay comentarios:

Publicar un comentario