domingo, 16 de septiembre de 2012

¿DEBE HABER CENTRAL? / Spurrier, Walter

Esa pregunta cobró vigencia hace una década, cuando nos dolarizamos. Se dijo que al no poder emitir, debía abolirse el Central. Hoy, que el gobierno le quita atribuciones y subordina al ejecutivo, vuelve la interrogante. Tener moneda propia no es garantía de poder controlar el tipo de cambio. La vecina Colombia no tiene como frenar la subida del peso frente al dólar. El real se revaloriza a lo que el Brasil mantiene altas las tasas de interés. Con el mecanismo del Sucre, el Central será el encargado de administrar el comercio con Venezuela, tratando de cobrar las exportaciones de excedentes de arroz. Si bien el Central no puede utilizar mecanismos de mercado para controlar la tasa de interés, el Gobierno lo hace administrativamente, con precios políticos, y para ello se necesita un organismo a cargo de la política monetaria. La provisión de estadísticas veraces y oportunas en un bien público que debe proveer el Estado. Si el Estado no da estadísticas, o como sucede en Argentina K., no son confiables, obliga a instituciones privadas a hacerlo, con lo que ya no habría una fuente única y veraz (como sucede, por ejemplo, con las encuestas), y tendría un costo, lo que daría una ventaja a los que pueden pagar: una desigualdad en el acceso a la información. Si no quieren que el Central lleve estadísticas, pásenselas al INEC, que hace excelente labor con los datos de inflación y empleo. El Comercio, 3 ago. 2010, p. 10

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