martes, 15 de agosto de 2017

La deuda eterna

Andrés Vallejo: El peso de la deuda en la economía fue de tal naturaleza gravosa, que para pagarla se contraían nuevas obligaciones, con lo que crecía cada año, sin fin. Es lo que sucedió a partir del "endeudamiento agresivo" impulsado por el gobierno militar. Con el argumento de que había brotado petróleo y de que sus recursos permitían pagar las obligaciones para impulsar el desarrollo. Cuando volvió la época de las vacas flacas, al bajar el precio del petróleo y no disponer de fondos para afrontarlo acudir a los mercados de financiamiento externo resultó extremadamente oneroso. Entre enero y noviembre de 2016 se recibieron desembolsos por 13059 millones pero se pagaron 8596 millones, con lo que los ingresos netos fueron de 4463 millones. Deuda para pagar deuda, que siempre crece. Es igualmente grave el crecimiento de la deuda interna con emisión de bonos, que no se contabilizan como deuda , como tampoco se hace con las "ventas" anticipadas de petróleo, que son, en realida d, deudas con garantías de pago de petróleo: en 2016 el país recibió 2445 millones y pagó 1642 millones, con apena 803 millones de saldo líquido. Más deuda para pagar deuda anterior, interna y externa. El Banco Central se ha convertido en financista permanente: 4267 millones adeuda el Gobierno. Hemos vuelto al endeudamiento agresivo, en malas condiciones. No rectificar ni aceptar errores convierten a ésta en una década pérdida, de regreso a la deuda eterna. El Comercio, año 112; No. 41609 06 ene. 2017 p. 10

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