jueves, 19 de noviembre de 2015

Grecia sin ilusiones

Yanis Varoufakis: . La nueva administración de Tsipras sabe y entiende que su Gobierno está operando en terreno frágil en relación a un programa fiscal que no puede tener éxito y una reforma que sus ministros no toleran: está comprometido a promulgar una larga lista de medidas recesivas que ponen de manifiesto la próxima avalancha de impuestos, como los adicionales atrasados de 2014, anticipos de más del 50 % y hasta del 100 % de los impuestos estimados del 2016 y del 2017, etc. Junto a estas subidas grotescas de impuestos, el Gobierno ha acordado hacer recortes a las pensiones y liquidar activos públicos. Incluso los griegos más partidarios de las reformas se resisten al programa impuesto por la "troika" (la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo). Ante esto, Tsipras está intentando dos líneas de defensa contra el tsunami de sufrimiento (y así minimizar el descontento popular): presionar a la troika a cumplir su promesa de participar en las negociaciones de alivio de deuda (una vez que su programa recesivo se haya aplicado por completo) y un programa "paralelo", destinado a mejorar los efectos más perjudiciales del programa de la troika. El mantra de la troika es que Grecia no necesita un alivio sustancial de la deuda, aunque el FMI diga que esta se debe re en aproximadamente un tercio o 100 mil millones de euros. Pero, si el pasado reciente sirve de algo para guiarse en el futuro cercano, las opiniones del FMI serán desmentidas. Esto le deja a Tsipras solo su segunda línea de defensa: el programa "paralelo". Para tener éxito, el Gobierno tendrá que acabar al mismo tiempo con una administración pública incompetente y con el ingenio inagotable de una oligarquía que sabe defenderse - entre otras cosas, mediante alianzas sólidas con la troika. Expreso, Año 43 N° 15438 13 oct. 2015, p. 9

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