jueves, 19 de noviembre de 2015

El dólar como boya

Mauricio Pozo: Un desequilibrio fiscal como el que dejará el año 2015, esto es, superior a los USD 3 mil millones y equivalente a cerca de 3% del PIB, significa que el Gobierno no encontró todo el financiamiento necesario para atender todo el gasto planeado, con lo cual simplemente dejará de gastar esa cantidad, reducción que seguramente recaerá en el gasto de capital o de inversión. En el caso hipotético de contar con dinero y moneda propia, conociendo sobre todo la falta de prudencia y disciplina en el manejo de los recursos fiscales por parte de este gobierno, habría dado lugar a que se use la devaluación y la impresión de billetes como la inmediata reacción ante esa falta de liquidez en dólares. Devaluando le habrían entregado más "sucres" por dólar al presupuesto del Estado y, por último, habrían impreso más billetes. El resultado no se habría hecho esperar, la inflación se habría disparado, si querían evitar que las tasas de interés suban, el crédito se habría cerrado totalmente, los salarios se habrían depreciado y el poder adquisitivo de las personas se habría erosionado, con lo cual el riesgo país sería aún más alto que el actual y la inversión extranjera sería también más reducida. En otras palabras, significa que la deficiencia de dólares habría sido cubierta con más moneda nacional en un ambiente de total inestabilidad macroeconómica. En resumen, el remedio podría haber sido peor que la enfermedad. Por esta y muchas otras razones, hay que dar gracias al destino que no dispongan esa arma peligrosa que es tener moneda extranjera, buena para los ordenados pero un arma mortal para los dispendiosos. Más vale que defiendan el sistema cambiario. Como dije, recesión con dólares es preferible que sin dólares. El dólar para estos momentos, lejos de ser una restricción, puede actuar como una boya de salvación de los salarios, el crédito y la propia estabilidad. Los pobres son los más agradecidos con el dólar; mucho cuidado. El Comercio, Año 110 N° 41008 19 nov. 2015, p. 8

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