martes, 23 de octubre de 2012

ALTO COSTO DE LOS ERRORES / Pozo, Mauricio

Hay que saber reconocer los errores. El pasado del Ecuador está lleno de equivocaciones y de abusos que algún momento pasan la factura a la sociedad. Ejemplos de malos ecuatorianos existen con alguna abundancia y son esos casos los que han dado lugar a que afloren gobernantes que de forma inteligente han usado ese triste pasado. Grupos de poder que no supieron entender que tenían un rol en la sociedad y que su responsabilidad precisamente por el tamaño de sus actividades no les debía permitir ciertas actuaciones. El resultado final de estos excesos del pasado, la interferencia de poderosos en estratos legislativos y en las cortes de justicia, son los que dieron lugar al hastío de la sociedad. No se ve a nuestro país como una nación férreamente unida ni con un claro objetivo. Se lo analiza como un país absolutamente inestable en lo económico y en lo político, con grandes fortalezas por su geografía y por su rica abundancia de recursos naturales, pero con un gigantesco desaprovechamiento de tales recursos. No hay la lectura de ver a los ecuatorianos vagos o poco emprendedores, al contrario, se los ve como trabajadores y esforzados. Pero también se los observa como gente poco proclive a aglutinar esfuerzos para obtener beneficios comunes. Esto es muy evidente cuando se analiza el comportamiento de muchos compatriotas. El país no ha encontrado la forma de arreglar sus problemas del pasado. La economía no ha sido manejada adecuadamente y la desunión nacional es un lastre que nos impide el desarrollo y el progreso. Hoy, 13 sep. 2010, p.7

No hay comentarios:

Publicar un comentario