miércoles, 1 de enero de 2020

Galileo el espía

Jeanette Hinostroza30 de julio del 2014
Galileo es uno de los más modernos sistemas de espionaje del mundo.  Fue desarrollado por una empresa italiana llamada Haking Team, especializada en interceptación de aparatos electrónicos como computadores y celulares.  

La empresa rusa Kapersky Lab y la canadiense Citycen Lab econtraron y decodificaron las herramientas de espionaje que ha desarrollado Hacking Team, y que han sido adquiridas por más de 60 gobiernos en el mundo para hacer labores de espionaje.  Los investigadores le hicieron seguimiento a más de 350 servidores de comando y control de Galileo, ubicados en más de 40 países; en la mayoría de naciones encontraron uno o dos servidores, pero se sorprendieron al descubrir 64 en los Estados Unidos, 49 en Kazakhstan, 35 servidores en Ecuador y 32 en el Reino Unido.  Sí, Ecuador está entre los países que más espías Galileo tiene.

Galileo es capaz de interceptar y robar contactos telefónicos, información de  mails, mensajes de texto, listas de llamadas; además, puede entrar al teléfono, tomar fotografías y activar el micrófono para escuchar conversaciones.  También puede saber exactamente cuál es la ubicación geográfica de la víctima.  En la versión de teléfonos androides, puede usar las redes WI FI para transmitir la información robada, sin tener que hacer uso de la red  celular.  Un vídeo que promociona los servicios de Galileo pregunta a sus clientes: "¿Quiere ver a través de los ojos de su objetivo? "  Esto, mientras la víctima lee sus mails, intercambia documentos y mensajes de texto …

Este tipo de herramientas podrían ser  adquiridas por un gobierno, para espiar a otros gobiernos o al crimen organizado, pero Citizen Lab destaca en su reporte que ahora se estarían utilizando para espiar a ciudadanos comunes relacionados con la oposición política, periodistas y activistas de derechos humanos.

Es difícil saber cuánto puede costar este sistema, pero especialistas en la materia calculan que, en el Ecuador, Galileo podría superar los dos millones de dólares. Increíble, 35 modernos y costosos servidores de comando y control para interceptar celulares y computadores; ¿qué peligros tiene nuestro país para que el Estado tenga que invertir el dinero que no tiene (hay $6 000 millones de déficit fiscal en el 2014) en aparatos para hacer labores de espionaje?  

A propósito, ¿no es precisamente este tipo de espionaje el que el Gobierno ecuatoriano criticó duramente antes de darle el asilo diplomático al hacker Julian Assange?  

Este es el problema cuando un gobierno mezcla los asuntos de seguridad nacional con su proyecto político; a pretexto de proteger a los ciudadanos, intenta calmar su paranoia gastando enormes cantidades de dinero en su propia protección y supervivencia.   



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