sábado, 18 de octubre de 2014

POLITICAS EXTREMAS / Herrera, Washington

Hay países que crecen sin repartir y otros que reparten sin crecer. Estos dos extremos coexisten en América Latina y responden a dos visiones políticas sobre los caminos del desarrollo económico y social. Los primeros crecen sobre la base de la inversión privada nacional y extranjera y los segundos se basan en la inversión estatal. Los primeros combaten la pobreza marginalmente y los segundos lo hacen principalmente. En ambos casos afloran espejismos de desarrollo, es decir ilusiones que emanan de la imaginación cuando no hay sustentabilidad. Por ejemplo, en el caso de los países que se han beneficiado de los altos precios del petróleo, de los metales y otras materias primas, estamos hablando de un crecimiento originado en lo que la geografía nos concedió sin que haya habido creación por parte del hombre. Esta riqueza se exporta y cuando la demanda crece los precios se elevan en el mercado mundial, para bien de los países extractores, que deben usar socialmente esa bonanza. Todos los extremos son perniciosos y lo único que cabe es amalgamar lo mejor del capitalismo asegurando una verdadera justicia social. El Comercio, 30 sep. 2014, p. 6

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