¿SOBERANIA? / Pozo, Mauricio

No es la primera ocasión que me veo obligado a abordar el tema de la soberanía nacional, pues parecería que se insiste en una visión a todas luces, no solo equivocada, sino también contraria al interés nacional. Son innumerables los ejemplos que ilustran esta mal entendida definición que muy probablemente busca réditos electorales y políticos internos, pero con un altísimo costo de imagen y de respetabilidad internacional. Somos tan soberanos que nos compramos broncas ajenas. Primero con el señor Julian Assange otorgándole hospedaje en la embajada del Ecuador en Londres y diciéndole al mundo que el Gobierno ecuatoriano defiende la libertad de expresión cuando en la práctica hace todo lo contrario. Ahora aparece este señor Edward Snowden, un fugitivo de la justicia norteamericana, donde nuevamente el Gobierno se inserta en el problema estudiando un pedido de asilo poniendo en riesgo la relación con el principal socio comercial del país, Estados Unidos, emisor de los dólares que usamos, el mayor comprador de exportaciones ecuatorianas, receptor de dos millones de compatriotas que viven en esa nación y que nos envían remesas y principal financiador de proyectos privados en el país. ¿Aprueban una Ley contra la libertad de expresión y hacen esto? ¿Es eso soberanía? Finalmente, el Gobierno ecuatoriano renuncia a las preferencias arancelarias con Estados Unidos. Otro acto de soberana barbaridad. Seguimos dañando nuestra imagen. Hoy, 1 jul. 2013, p. 4