AÑORANDO LA DEVALUACIÓN / Expreso

El Gobierno Nacional ha expresado su preocupación acerca de los resultados de la balanza comercial los que muestran que, a pesar de los precios altos del petróleo y de las restricciones ya existentes en materia de importaciones, se ha registrado un déficit que alcanzaría los $ 800 millones hacia finales del año. Frente a esta realidad, hay quienes argumentan que de no existir el régimen de la dolarización el país bien podría devaluar, para de esa forma acomodar los flujos en las cuentas externas. Tal argumento ignora el hecho de que los problemas de balanza de pagos, las más de las veces, reflejan condiciones internas de una economía; esto es, el exceso de la demanda agregada que es lo mismo que el exceso de gasto. En el caso ecuatoriano el gasto público tiene un peso superior al 40 por ciento del total de la demanda, por lo que cualquier equilibrio o desequilibrio macroeconómico guarda necesariamente relación con el comportamiento del Presupuesto General del Estado. Los desequilibrios, debemos concluir, tienen mucho menos que ver con el tipo de cambio (que en este caso, y para el bienestar de los ecuatorianos no puede ser alterado) y todo que ver con la actividad interna del país. Si la medida de la devaluación fuera tan milagrosa, el año 1999 cuando el sucre pasó de $ 8.000 a $ 25.000 debería haber quedado registrado en la historia como el mejor año económico de la República, y no por lo que fue, el año del desastre nacional. Expreso, 16 dic. 2013, p. 8