domingo, 10 de marzo de 2013
¿Y SI GRECIA SE VA? / Cueva, Simón
La crisis económica griega tiene varias aristas complejas. Como muchas veces en economía, la política puede introducir mucho ruido y acelerar o frenar los desenlaces. Si Grecia dejara de recibir dinero fresco a corto plazo, por más apretón interno que haga, no lograría pagar las inmensas deudas públicas y privadas acumuladas, algunas de las cuales se vencen en cuestión de semanas o meses. De ser así, una salida de Grecia de la zona Euro-con la adopción de otra moneda-sería casi inevitable, sea de forma ordenada o desordenada. La experiencia argentina de hace una década muestra las vías posibles para una salida desordenada. Una salida más o menos ordenada-con algún grado de apoyo por parte del resto de Europa y algún arreglo para saber qué hacer con las deudas pendientes entre Grecia y Europa-no evitaría los problemas pero permitiría un menor contagio directo al resto del continente. Supondría también, para que no cause un efecto dominó en otras economías, que los mecanismos de apoyo a los demás países europeos (facilidad de estabilidad financiera, rol del Banco Central Europeo, mecanismos de capitalización bancaria) funcionen adecuadamente, lo que implica un mínimo acuerdo político entre los grandes países de la zona. En temas de crisis financieras, los tiempos son siempre impredecibles, pero las semanas que siguen a las elecciones griegas de mediados de junio serán sin duda bastante movidas y podrían ser cruciales para el futuro del continente. Hoy, 1 jun. 2012, p. 4
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