domingo, 23 de diciembre de 2012

YASUNI Y LA PALABRA DE ALEMANIA / Hoy

Una noticia difundida por este medio y que tenía como fuente la página web del Bundestag, el Parlamento alemán, alertó la semana pasada a las autoridades ecuatorianas sobre la negativa de ese país europeo a contribuir con un sustancioso aporte económico ($60 millones anuales durante 13 años) para dejar el petróleo bajo tierra en el Yasuní-ITT y preservar así esta reserva de la biósfera, una de las zonas de mayor biodiversidad del planeta. La reacción del oficialismo fue parsimoniosa, porque algunas autoridades, llenas de prejuicios contra los medios de comunicación, habrán pensado que no era verdad; pero, después, llegó la versión de un vocero del Ministerio de Cooperación, en el que se ratificaba que no habría el aporte para este proyecto, considerado el más innovador en materia de conservación. La postura de un sector político en Alemania se habría originado en criterios del ministro federal de Cooperación y Desarrollo, Dirk Niebel, que considera que a la iniciativa Yasuní-ITT le faltan argumentos sólidos y porque podría ser "un peligro por los precedentes para que otros países productores de petróleo también lo apliquen". Estos criterios del ministro no se compadecen con la realidad de un proyecto innovador y pionero que sí podría ser buen ejemplo, pero para pocos lugares en el mundo en los que, verdaderamente, hay una biodiversidad de las condiciones del Yasuní y, a la vez, hay reservas de petróleo. Eso sí, el Gobierno del Ecuador no podía pensar que Alemania no se sentiría incómoda por la decisión oficial de anular los tratados de inversiones. De este asunto, debe hablar también la ministra de Patrimonio que viaja a Alemania, en donde hace falta desplegar una gran campaña de información y difusión en los medios de comunicación de ese país, que tanta influencia tienen, dando a conocer la magnitud de la propuesta y la importancia de no explotar en la Amazonía. La sociedad alemana es muy sensible a lo que los medios informan, y allí está una clave para revertir la absurda decisión. También sería bueno que los funcionarios de las NNUU que tienen a cargo el fideicomiso Yasuní-ITT vayan a Alemania. Se trata de un proyecto que debe ir más allá de un Gobierno, porque están de por medio la vida de los pueblos no contactados y la salud misma del planeta. Hoy, 22 sep. 2010, p. 5

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