domingo, 23 de diciembre de 2012

ALEMANIA Y EL YASUNÍ / Klinkicht, Susana

Una de las primeras reacciones en Alemania al anuncio realizado por el ministro de Cooperación Económica, Dirk Niebel, de que no piensa contribuir al fideicomiso para dejar el petróleo del Yasuní bajo tierra, fue del periódico TAZ. Haciendo referencia a la noticia publicada en HOY el jueves, el diario, en cuya línea editorial figura una constante preocupación por los países más pobres y los temas ecológicos, alertó sobre los efectos devastadores que tendrá para el proyecto ecuatoriano que Alemania haya decidido retirarse. La noticia indignó a ONG ecologistas y a diputados de todos los partidos, que unidos habían exhortado el año pasado al Gobierno a apoyar la iniciativa. Alemania considera que el proyecto requiere de un trabajo interinstitucional e interministerial minucioso de reglamentación, control y delimitación, que incluya en los esfuerzos a la población indígena, con la que propone discutir abiertamente el rol que también está jugando en la destrucción del bosque. El Ecuador no ha dado señales de haber emprendido esta tarea. Al contrario, la impresión es que se prepara para la explotación del petróleo, en cuanto haya fracasado la idea del fondo alternativo. En un comentario sobre el Yasuní, el rotativo TAZ dice que cuando los intereses del país contribuyente comienzan a tener primacía en la política de cooperación económica, la ayuda al desarrollo pierde su razón de ser. Resulta poco creíble que el Ecuador desconozca mencionados planteamientos. Hoy, 20 sep. 2010, p. 4

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